Este año tampoco. En 2022 SELAE ha optado, a través de la agencia contratada para ello, por tres anuncios en lugar de uno solo, mucho más cortos y con tres historias completamente distintas, aunque siempre relacionadas, como es obvio, con la Lotería de Navidad. Cada año cuando tiene lugar el sorteo de la Lotería de Navidad se escucha a muchos de los afortunados explicar que utilizarán el dinero de los premios para «tapar agujeros», una expresión casi siempre asociada a este día. La noche del miércoles tuvo lugar en el Teatro Real el último ensayo de los niños y niñas de San Ildefonso, después del cual se realizó la cuelga de los paraguas con las liras que contienen las 101.807 bolas de premios y números que entran hoy en los bombos. Al ir a felicitar al dueño del local se encontró con un Antonio que le había guardado su décimo, dando lugar a una de las escenas más emocionantes de aquel año.
Se trata de una de las más icónicas administraciones de Lotería de Madrid, pero también de una de las que más premios reparten. Una de las cosas que marcan el inicio de la etapa navideña -además de, concretamente en Madrid, la instalación de Cortylandia- es el anuncio de la Lotería de Navidad. El primero es «quitarse las deudas de encima y tapar agujeros», entre ellos la hipoteca, «porque van a seguir subiendo los tipos de interés y eso nos va a costar dinero». ¿Es por eso la más afortunada? ¿Es Doña Manolita la administración de la suerte? Casi cada año se escucha su nombre: «Doña Manolita reparte suerte». No necesariamente. Lo cierto es que Doña Manolita vende muchos números, por lo que las probabilidades de que el Gordo caiga en uno de los que se venden en este establecimiento son mucho mayores. Sobre las 8:30 se constituye la mesa que preside el sorteo y que autoriza el comienzo del mismo. Aunque las colas en torno al Teatro Real se forman desde la madrugada anterior, no es hasta las 8:00 de la mañana cuando abren las puertas para que los asistentes al Teatro Real, que vivirán el sorteo navideño en directo, puedan sentarse frente al escenario sobre el que escucharán el incesante «¡Mil euros!».
Si bien las reglas están claramente definidas, existen ciertas diferencias en las aplicaciones de las mismas que se deben a varios aspectos. Desde entonces, no ha habido otro anuncio del que se haya hablado tanto (y tan bien), ni siquiera con el ‘spot’ dirigido por Alejandro Amenábar que contaba una historia de amor marciano con ‘Danielle’ como protagonista (y nombre del ‘spot’). Su nombre se debe a la histórica acequia de Mestalla que pasaba tras el gol sur del estadio. Durante la presidencia de Paco Roig se incorporaron novedades como el uso del valenciano a través de la megafonía del estadio o el desfile de bandas de música de distintas localidades valencianas sobre el terreno de juego antes de los partidos y durante los descansos. El estadio Ramón Sánchez-Pizjuán comenzó a proyectarse en 1937, cuando se compraron los terrenos sobre los que pensaba edificar el Nuevo Estadio de Nervión, pero no fue hasta 1954 cuando se empezarán a dar los primeros pasos para construirlo, momento en que se convocó un concurso de diseños que ganó el arquitecto Manuel Muñoz Monasterio, que había sido copartícipe de la construcción del Estadio Santiago Bernabéu. Y a lo largo de la historia ha ido aumentando progresivamente hasta llegar a los cuatro millones actuales, cantidad que se dan desde 2011. Aunque las diferentes retenciones de Hacienda han ido modificando la cantidad neta que se lleva cada premiado.
El Balompié aportó los jugadores, el palmarés, la afición y el terreno de juego, que desde 1913 era el Campo de las Tablas Verdes, en diversas ubicaciones en el Prado de San Sebastián, mientras el Betis F.C. No obstante, y pese a esto y a que las probabilidades de que nos toque un premio Gordo son bastante bajas, este jueves millones de españoles estarán pendientes del televisor o de la radio, escuchando a las niñas y niños de San Ildefonso. «Historia del Betis San Isidro». El anuncio del ‘bar de Antonio’ removió los corazones de media España, al contar la historia de un vecino de barrio que todos los años compraba un décimo en su bar de confianza. 2014 la historia cambió. Tampoco es la única administración de la que se habla cada 22 de diciembre: la Bruixa d’Or, por ejemplo, tiene sólo 37 años de historia y ha repartido más de 3.200 millones de euros por el país. Entre ellas se encuentra, por ejemplo, la historia de un pequeño pueblo de Almería con poco más de 300 habitantes que se llevó una buena alegría poco después de haber lanzado una iniciativa municipal para tratar de repoblar de gente joven la localidad.
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